En su primer libro, 123 Formas de ver la vida, Bernardo Moya nos introduce de una forma sencilla, amena y diversa a la vida en directo, sin complejos planteamientos ni estructuradas respuestas a lo evidente. Él, simplemente, nos conduce por senderos que bifurcan en el sentido común, la amistad, el respeto y la confianza en uno mismo; en las creencias, el aprendizaje y la conciencia; en la curiosidad, el disfrute de la vida, en la revolución personal; en conceptos tan sencillamente seguros como el amor, la familia y la felicidad.

A través de las citas de los grandes pensadores viajamos a través del tiempo, por las civilizaciones clásicas y sus reflexiones filosóficas de la vida, y por los grandes autores modernos que nos dejan pensamientos y reflejos de su contemporaneidad en nuestra mente, haciéndonos ver aquello por lo que mostrarnos satisfechos o invadidos también por el sentimiento de cambio.

Bernardo Moya maneja estas citas con gran habilidad, cotejándolas con sus propias experiencias y empleándolas como un amistoso puente hacia nuestra determinación. El autor desarrolla todas estas gratas reflexiones y nos conduce por un laberinto de preguntas y respuestas, de emociones y sentimientos encontrados, en definitiva, hace que podamos enfrentarnos sin miedo y con emoción a las dudas, inquietudes y falsas creencias que tantas veces nos obsesionan.