Cada individuo tiene un lugar propio que ocupar en el mundo. Para cada vida, existe un modelo y, mientras la personalidad acepte la dirección del alma, se puede evitar el desastre.
Nunca hubo un tiempo en que el desequilibrio y crisis mentales fueran tan comunes. Aunque hay varios factores que contribuyen a ello, la causa principal -como señaló el profesor Carl Jung- es la falta de fundamentos firmes en el sentido y propósito espirituales de la vida.
Desde el momento que el alma acepta y busca la ley divina, los que se dirigen hacia ella desde el mundo del espíritu, tejen alrededor suyo una capa protectora. Y mientras el alma obedece a esta Ley, se moverá en el marco de esta protección y ya no habrá más variaciones. Aunque los problemas no parezcan insuperables, sí es posible encontrar un camino de salida del impás, porque todos los laberintos tienen su salida, por muy difícil que sea encontrarla.
Mona Rolfe, irlandesa mística con una gran visión. Su guía y alma gemela en el mundo del espíritu se acercó a la tierra, para ofrecer, a través de ella, enseñanzas que, hasta entonces, se habían mantenido en secreto y sólo eran reveladas a los iniciados; pero, en esta Nueva Era de Acuario, está permitido transmitirlas a todos aquellos que buscan una más profunda comprensión de la ley divina. Porque la comprensión del pasado presta a la vida presente un significado más profundo, e indica la dirección del futuro.