En esta obra Rudolf Steiner devela el profundo significado que han tenido y tendrán en el futuro, la Leyenda del Templo y la Leyenda Dorada. "La acción y la superación del ego mediante la acción es el verdadero secreto de los secretos".
Hasta aquí el ser humano sólo ha transformado lo inanimado de la naturaleza. La transformación de fuerzas vivas, la transformación de aquello que crece y florece en la planta, de lo que se reproduce en lo animal y en el hombre, se halla fuera de su poder. El hombre no debe tocar estas fuerzas misteriosas de la naturaleza. Allí no puede interferir. Aquello que surge a partir de estas fuerzas no puede ser comprendido en su totalidad por el ser humano. El artista puede crear un Zeus de maravillosa belleza, pero no puede comprenderlo en toda su esencia. En un futuro el ser humano alcanzará un nivel desde el cual sí podrá comprenderlo. Tan cierto como el hecho de que ha alcanzado el dominio de la naturaleza mineral, que ha logrado dominar la gravedad con nivel y plomada, que ha logrado gobernar la dirección de la naturaleza con conocimientos matemáticos y geométricos, tan cierto como esto es que llegará a gobernar aquello que hoy es un regalo de la naturaleza o de las fuerzas divinas: la materia viva.

Esta transformación de la materia viva ya existió, esto aseguran quienes, en el siglo XII, fundaron el movimiento del Santo Grial. Existió en los dioses que crearon el Cosmos y descendieron para darles a los seres humanos el germen de las fuerzas divinas que ellos mismos poseían, por lo que hoy en día el ser humano es un dios potencial, ya que en su interior se halla algo que busca elevarse al sitio en el cual estuvieron los dioses. Hoy la fuerza que gobierna es la inteligencia, el intelecto; el amor (Buddhi) lo será en un futuro, y en base a la fuerza del amor, el hombre será capaz de crear con la sustancia viva como hoy lo hace con la materia inerte.