Cuando hace unos años consideramos la edición de los libros de Bruce en castellano no podíamos imaginar la enorme acogida que tendrían entre los lectores de habla hispana.

Al contrario que otros maestros de artes marciales, la vida de Bruce Lee fue corta. No podemos saber hacia dónde hubiera evolucionado su trabajo, pero de lo que podemos estar bien seguros es de la vigencia y enorme actualidad de sus propuestas renovadoras, que nunca llegaron a concentrarse en un sistema cerrado, al que si bien por su carácter no parecía advocado, pero que tal vez con los años hubiera terminado por caracterizar aún más.

Mientras en el «Tao del Jeet Kune do» podemos encontrar una extensa reflexión sobre fórmulas de movimiento, en los cuatro libros que preparó con su alumno y editor M. Uyeara, Bruce Lee nos ofrece una serie de propuestas muy concretas, apoyadas en un material gráfico especialmente elaborado para la edición de dichos libros.

En el primero de ellos, que ahora tiene en sus manos, el pequeño dragón resuelve situaciones de defensa personal, añadiendo al material visual los indispensables comentarios que matizan y completan la fácil comprensión que se desprende de la mera contemplación de las fotos.

El éxito de este libro tal vez provenga de los cualificados y esclarecedores comentarios, que permiten nuevos enfoques, así como añadir nuevos datos a la inicial percepción que de la acción defensiva obtiene el lector a partir de los materiales gráficos.

En definitiva, la publicación de este magnífico libro marca un hito más en ese camino emprendido con la edición del «Tao del Jeet Kune do». Un camino que nos conduce hacia una más completa comprensión de las claves, de las fórmulas de entrenamiento y combate que han hecho de Bruce Lee un mito entre varias generaciones de artistas marciales de todo el mundo.