Vida después de la vida según el budismo
Thera, Narada
FICHA TÉCNICA
- Editorial: Ediciones Librería Argentina (ELA)
- ISBN: 9788485895465
- Fecha de edición: 2008
- Nº edición: 1.ª
- Idioma: Español
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 17 x 24 cm
- Nº páginas: 93
Vida después de la vida según el budismo
Thera, Narada
Formato papel
[DISPONIBLE]
pvp.14,95 €
En el budismo nunca se habla de reencarnación, porque no se admite un principio permanente que transmigre.
Y porque la palabra renacer tiene un significado mucho más amplio y existen numerosos planos o reinos en los que puede producirse el nacimiento.
Esta obra es una exposición magistral y lúcida del Venerable Narada Thera sobreel tema del renacimiento.
Narada nació en un suburbio católico de Colombo y recibió el nombre de Sumanapala. Con el nombre de Narada se odenó a los dieciocho años y dos años después recibió la más alta ordenación.
Estudió de forma aplicada en la Universidad cursos de ética, lógica y filosofía y más tarde se unió a la sociedad conocida como \"Los Sirvientes del Buda\", donde se llevaban a cabo importantes debates sobre el Dhamma.
Desde muy joven, comenzó a impartir enseñanzas y formar grupos de discusión. A partir de los treinta años de edad empezó a viajar por numerosos países del extranjero, tanto de Oriente como de Occidente y sus charlas eran siempre extraordinariamente apreciadas, reuniendo a innumerables oyentes.
En sus propias palabras:
\"Mi misión en el extranjero nunca fue de proselitismo, sino que se limitó a presentar las enseñanzas de Buda a quienes estuvieron interesados en ellas y encontré a muchas de esas personas. A los que creían en Dios, les decía, \"Si creéis en la existencia de Dios y esto os beneficia, debéis seguir creyendo en él\", \"pero yo por mi parte\", les decía, \"puedo hacerlo mejor sin depender de él\".
Colaboró activamente en la formación de círculos y seminarios budistas, pronunció gran cantidad de conferencias y cursos, escribió numerosos trabajos en prensa y publicó excelentes obras sobre la Enseñanza.
Era accesible y bondadoso y acabó sus días apaciblemente, extinguiéndose como una amable brisa que cesa en silencio.