Tew Bunnag nos invita a romper la frontera ficticia entre ambos y a aprovechar la energía así liberada como forma natural de sanación.

Tew, a través de la experiencia en Occidente, ha elaborado un texto que nos introduce en un nuevo espacio que aborda el tema de la salud de forma sencilla, en la que uno mismo es el protagonista. Se trata de un libro en el que, usando el símil de la pintura, se nos dan los colores, o más exactamente, se nos recuerda donde se encuentran, y a nosotros nos toca pintar el cuadro; no se trata, pues, de un libro de recetas. Sus principios los podemos encontrar muy enraizados en la tradición curativa Oriental, pero a partir de ahí, Tew hace una síntesis clara, integradora y útil para facilitar nuestro abordaje y ponerlo en práctica, incorporando a la vida cotidiana sus diferentes aspectos. No se trata de elegir un modelo de curación u otro, se trata de caminar juntos, integrando en nuestro modelo de comportamiento aquellos elementos que a nuestro criterio nos sean útiles.

El T´ai Ch´i Chuan tiene, probablemente, grandes aportaciones que hacer por lo que significa de trabajo personal y de enfoque diferente y autoresponsable de la salud, conceptos que podrían entroncar con los de "medicina preventiva", por ejemplo, tan en boga en nuestras ciencias de la salud. En resumen, el T´ai Ch´i Chuan aporta, en su aspecto de curación o mejor dicho, sanación (usando el término que engloba una concepción holística de la salud), elementos que son menos evidentes en nuestro modelo curativo y que este libro puede servir plenamente como guía para su desarrollo y práctica.